Nuestro Abuelo Juya...

Juya En la Cultura Wayuu El Héroe Mitológico Juya es sinónimo por excelencia de la masculinidad, .Juyá se muestra ante los Wayúu de diversos modos, se puede mostrar como Indígena, pero su presencia se asocia generalmente a la lluvia y a los relámpagos. Juyá representa la movilidad, recorre el mundo en forma de lluvia, representa la vida, es Maestro de los cazadores, se asocia al frio… Al mundo de la claridad y a la gente de buena salud. Cuando llega el invierno y caen las primeras lluvias, la tierra es fertilizada, renace toda planta muerta y se desarrolla todo lo que ya vive. Pulowi por su parte representa a la Tierra, a la Madre y es también la esposa de Juyá. De la unión de Juyá y Pulowi se desprende la vida. Pulowi es fija, múltiple, los lugares donde Ella vive están esparcidos por toda la Guajira. Es subterránea y submarina, está ligada al arcoíris. Al viento, al hambre, está ligada a las frutas silvestres. Se asocia al mundo de la oscuridad donde reinan todos los seres portadores de la muerte, por eso la noche está llena de peligros pues pertenece a Pulowi. Creen los Wayúu que por las noches el alma se desprende del cuerpo para vagar en ese mundo terrible. Juyà es Nuestro Abuelo; El representa la máxima Expresión de la virilidad para el Wayuu, es el prototipo ideal del cazador. Con sus rayos (flechas, balas) puede matar las serpientes hijas de Pulowi… Pulowi es mujer, significa tierra, oscuridad y a diferencia de Juyá, es múltiple e inmóvil (aquí se da una analogía de la poligamia en los Wayuu). Cuando un Wayuu sueña que es seducido por una linda mujer de cabellos largos, es porque ha pisado un lugar Pulowi (sitio prohibido, porque es el lugar donde habita Pulowi) y debe evitar volver a ese sitio... pero Pulowi insistirá hasta hacerlo suyo y llevárselo a su Reino y el Indio morirá y de nuevo Juyá tendrá que indemnizar al muerto con lluvias. Entre los wayúu hay figuras sobrenaturales, sobrehumanas o deidades que más bien encarnan aspectos de otras oposiciones y dialécticas fundamentales, como las antedichas entre Juyá como generador, la lluvia, la fuerza de la vida, un ser hipermasculino único y móvil que simboliza la imagen ideal del varón andariego y poligamio wayúu, JUYA (LLUVIA) Juya mitológicamente es el Esposo de Pulowi, la mujer que le salió totalmente estéril, al ver que no le podía dar hijos el mismo tomo una decisión de abandonarla para unirse a Mma es decir nuestra madre tierra. Es el padre de todos los wayuu, animales, plantas, regidor de la floración, fructificación y maduración de las plantas, anidación de las aves y ensebo de los animales. La lluvia es la que fecunda a la Madre Tierra de la cual surgen todas las generaciones, entonces en las profundidades de la tierra germinan las semillas, en sus concavidades surge la vida para el wayuu .la poligamia del hombre wayuu se le adjudica igualmente a JUYA, el dios de la lluvia, Juya cambia constantemente de lugar, los wayuu le dan calificativos humanos, dicen que es polígamo, cuando llueve en los diferentes lugares de la región es porque visita en esos puntos a sus “Amantes” explicando así el concepto sexual-cosmológico de la lluvia. Juya es masculino, representa la lluvia que cae sobre la tierra, es móvil y único. Desde el punto de vista mitológico, el dios Juya guarda una estrecha relación con el entorno natural de los Wayuu, y en su carácter de dios supremo está directamente asociado a la fecundación de la tierra y a la emanación de la vida en sus entrañas. Es un ente que constituye una equivalencia del nacer y renacer de la vida en la maternidad de la tierra, del cual se desprende una percepción, en la que los Wayuu reconocen un profundo respeto por el Agua, ya que ésta constituye un elemento sagrado que sostiene y conecta toda la vida… En calidad de dios supremo Juya figura en los relatos mitológicos como el promotor de la fecundidad y el creador de toda forma de vida sobre la tierra, por consiguiente, se le considera el padre creador de todos los seres vivientes. Dentro de esta perspectiva, los Wayuu consideran que la relación que tienen con la tierra, el territorio ancestral y las fuentes de agua dulce y agua salada, constituye la base física, cultural y espiritual de su existencia. Esta relación con la Madre Tierra los obliga a conservar y estimar el agua como el fundamento principal para la supervivencia y la conservación de la vida, en toda su comprensión social. Es, en este sentido, que el dios Juya personifica la bondad que germina y reproduce las diversas formas de existencias, las cuales hacen parte de todo el entorno natural. Su presencia en forma de lluvia propicia la abundancia de las diversas cosechas, con las cuales se establecen las relaciones más estrechas entre los Wayuu y su propio entorno ambiental. En sentido figurado, el dios Juya se concibe a través de la figura de un espíritu cazador, a quien se le atribuyen grandes poderes sobrenaturales, cuyos efectos se consideran vitales, pero que al mismo tiempo son letales para los mismos Wayuu. Es decir, que las aguas lluvias son fuentes de vida para la existencia sobre la tierra, pero igual se teme al poder fulminante de los rayos, los cuales se consideran flechas mortales del dios Juya. En este sentido, a menudo se representa en las narraciones orales a partir de una permanente dualidad entre la vida y la muerte, puesto que encarna el poder repentino y los relampagazos fatales del rayo. En cuanto a su personificación, lo consideran un Anciano con poderes especiales por sus grandes habilidades en el uso del Uraichi, arco de gran resistencia y flexibilidad, el cual es tallado en madera fina y con gran capacidad para lanzar potentes flechas o Jatü. Como experto lanzador es considerado un excelente cazador, en que el uso diestro del arco y la flecha le garantiza un gran éxito en las actividades de cacería. Entre los atuendos principales que le atribuyen a Juya, está el uso del Si'iraa, faja tradicional masculina y ataviarse con el Kotsü, especie de turbante elaborado en cuero de jaguar (Kalaira), el cual fue obtenido en la cacería y cuyo diseño, en forma de faja que cubre el rededor de la cabeza, conserva la cola del propio animal. El uso de esta prenda confiere, dentro del concepto Wayuu, un prestigio social de gran importancia para los individuos, puesto que la sola pertenencia supone un alto rango dentro de la vida social, con el cual se sustentan grandes virtudes en las actividades de cacería. De igual forma, se considera que el individuo asimila de alguna manera los atributos propios del animal cazado, lo que a su vez, hace que sea digno merecedor no sólo de un respeto en la comunidad, sino de un prestigio social, conceptuado en grandes reuniones sociales… En otro orden de ideas, el dios Juya, que también viene a ser el dios de la abundancia de diversos alimentos que proporcionan la flora y la fauna silvestre, y en agradecimiento se evoca a través de las danzas tradicionales de Yonna y el Kaaulayawaa, las cuales son presididas por los sonidos expansivos de la Kaasha (tambora wayuu), cuya resonancia, similar al retumbar de los truenos, se le atribuyen efectos mágicos para atraer o aligerar la presencia de lluvias sobre la tierra…

Comentarios

Entradas populares